sábado, 12 de mayo de 2018

EL CAMINO DEL SILENCIO

a la mujer

1 AVI



La historia nos cuenta que ya de antes, reconocíamos el vientre de un ser excepcional como la fuente de la vida y con ello la fuente de la creación. Ese ser la identificaron los primeros, como la madre del hombre, para luego convertirla por analogía en la madre de la naturaleza y eventualmente del universo mismo. De ello habla la arqueología de las cavernas, en sus pinturas y  dibujos, y también las primeras esculturas figurando aquellas madres del momento. Ellas nos cuentan de sus soliloquios y lo celeste y también de sus encuentros. Pero es en el cuento de las tías y las abuelas donde entrevemos un mundo mágico, descubierto a ratos en sus peculiares manifestaciones de misteriosa pero excepcional sabiduría, siempre anónimas y fantásticamente primitivas.

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AVI, de pie en la boca de la caverna donde ora mora. De frente a la gran pantalla que es la nocturnidad. Escruta intrigada en la negrura de la bóveda sobre su cabeza a una procesión, -imperceptible, pero segura de que acontece- de pequeños  luminosos y parpadeantes cuerpos. Busca en el asombro, la necesaria evidencia para intentar de explicarse lo ineludible, el movimiento de la oscuridad.
Mientras, al otro extremo, a su espalda, sus compañeros observan desde el interior, pero sólo logran ver en el umbral de la la cueva, un fascinante resplandor rodeando a una animada  silueta que proyecta unas oscuras imágenes de extraños contornos cual urdiendo sobre ellos y sobre todas las cosas alrededor, quitando a todos la luz a sus rostros y a todo lo que toca. Se miran así mismos como buscando y preguntándose algo, sin saber qué.

 

La curiosidad  lleva a AVI a cuestionarse sobre el embarazoso hecho cuando se percata de que cada movimiento suyo mueve a un algo a su alrededor y le quita luz a las cosas que toca, hasta proyectar unas inquietas y oscuras siluetas hasta el  mismo fondo de la cueva. Descubre con estupor, que la responsable de esa ánima que lleva consigo, esa fuente de deslumbramiento, el trance del brumoso e incomprensible evento, que en sibilina secuencia  atestiguan su don de mando sobre los movimientos de esa ánima que proyecta su cuerpo, nos es otra que aquella luna plena en la bóveda del cielo.

Los eventos se yuxtaponen a su turbación. Arriba, la inmensa y oscura bóveda iluminada por una gran cara  acompañada de incontables pequeños bichos de luces; abajo detrás de sí, al fondo de la cueva, una iluminada pared  animada de extrañas siluetas. Ambos como relatando una misma pero diferente historia a sus espectadores.
Ella es el  vórtice sobre el cual oscila el fluir de semejante delación. De repente, el tiempo parece haberse detenido en un instante de eternidad y  el torbellino, se revela como infinitos caminos de luces contenidos en un todo de universo, que vibraban a través de todo lo que la rodeaba, y su cuerpo transfigurado, el vértice, se convertía en un único  y solitario resplandor bajo la disciplina de la creación. Era la conjunción de las fuerzas que han de dar nacimiento a un nuevo ser. Sólo ella percibió la revelación y por un instante sintió que le había sido familiar, pero no pudo explicarse el hecho ante la inmediatez del acontecimiento, su realidad.
Sin embargo, aun cuando sólo consumió una fracción imperceptible de su atención, hizo del acontecimiento una experiencia sublime y eterna. Era el contacto del nuevo ser encarnado en AVI, con el de sus compañeros, o mejor dicho era la ruptura de la comunicación con ellos, se creaba aquel vacío entre ambos, sobre lo que sucedía. Cada uno interpretaba según su perspectiva, pero, AVi, que había sido protagonista de un singular evento, habrá de formularse varias interrogantes, cuyas respuestas serán de una consecuencia trascendental, en la medida que las va encontrando en su inquisitivo afán. Tal evento marcó un hito en el derrotero de lo que habrá de ser la vida del ser humano. AVI recibía en un instante hierático el génesis de un don. Nacía el individuo en su solitario y prístino inconsciente femenino.


Ello marcó el momento de sus cotidianidades. Ahora sin mayor pausa, como el niño que aprende a caminar y no se pregunta el porqué, con un especial ahínco  comienza a ejercer su nueva identidad, sóla en ésa su íntima y nocturna aula. Si esa luna, como creyó, le otorga ese don extraordinario a su cuerpo, el impulso de la curiosidad la lleva a buscar más.

En un proceso único de su diligencia, descubre   una rutina de apariciones y desapariciones de algunos y  otros cuerpos celestes, más allá de esa luna caprichosa. A cada uno los hace sujetos de su particular predicamento,  más no teniendo punto de referencia al cual acudir en su primitivo empeño y recurriendo sólo a su mejor y siempre limitado pero novel entender, relaciona  las peculiaridades de cada nuevo personaje a una exclusiva y confidencial imagen.

A partir de entonces comenzará la formación de un nuevo  hábito que en atropellado circunloquios acude a grafos y signos inventando códices, y registra en su piedra secreta, la memoria de sus hallazgos.

Más tarde la historia, creando el vocabulario pertinente, nacidos en los garabatos de AVi, ordenan los signos en una coherente forma de comunicación, en representación del cotidiano verbo de los hombres y lo habrán de  llamar escritura. Se hará el anuncio de las horas, los día y sus noches, las estaciones y los años. Pero también de los amores y desamores, de la fortuna y los infortunios, de la vida y la muerte. Ya sólo será cuestión del diálogo, el cual estará siempre a la par del momento y de quien informa, instruya o consulte sobre los misterios y sus pertinencias.

  

Al principio de los tiempos, AVi actúa de acuerdo al mandato íntimo de sus maestros celestiales Relaciona hechos en el paisaje, en ella y en sus compañeros con las apariciones de sus maestros de arriba en esa bóveda celeste. Pero todo en una atropellada trama de experiencias sin pausa y no encontrando interlocutor,  todo queda en el silencio de su corazón y sus garabatos se esconde de la historia.

Sólo la reflexión, la intuición o la revelación  la exponen a profesar ese nuevo don, con un particular  entendimiento consciente de los hechos que suceden en el paisaje y en ellos mismos, y su relación con sus maestros.   Conocimiento, el cual ella misma no puede explicar más allá de su circunstancial idea de los hechos, aún más incomprensibles para sus adláteres. Sin embargo, AVi encuentra una interpretación por la encomienda de una ingeniosa pedagogía, al homologar a los hombres en la tierra con personajes en los cielos, creando el mundo de lo sobrenatural. Habla entonces de personajes astrales que comandan a todo lo que se mueve en el paisaje y ella, su interlocutora, media entre ellos y los seres vivos de la tierra, revelando sus decretos.  Eventualmente todo ello trasciende ante los suyos más cercanos ante la constatación de sus tímidas profecías, pero con las cuales cambiaba la dimensión del quehacer humano, pues con ellas, estaba simultáneamente inventando el futuro.

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Se evidencia el vacío entre su nuevo don y la  revelación del mismo a los suyos, quienes al reconocer en ella sus particulares e incompresibles dotes predictoras, asumen que le ha  sido otorgada, una muy especial y misteriosa naturaleza que la diferencia de ellos, sin cuestionar su cualidad en cuanto a que es una del grupo pero si un sentido de posesión sólo simple y llana pertenencia como igual. Esa diferencia primera diferencia entre ellos y AVi, define la pluralidad aceptada como cualidad sustancial individual, que más tarde en el momento de los cambios, habrá de entrar en conflicto con el poseer. El conocimiento nos une en la diversidad. Ya no es solo el desconocer las razones o la ciencia de tal o cual conocimiento, el desestimar su aprendizaje o tan siquiera  su discernimiento, dejando a otro el ejercicio del mismo, convierte a la ignorancia en un valor humano. Ya mas tarde habrán de llamar al fenómeno donde se produce, inteligencia e inclusive sabiduría, pero mientras tanto, en su momento convertiría a AVI en un personaje de excepción para el haber de la memoria de los tiempos, creando insospechados  vínculos entre ella, los suyos y los astros.

Hoy hablamos de Astronomía, Astrología, Astrofísica y muchas otras inteligencia y sabidurías, hasta de inteligencia artificial, ¿Llegaremos a una sabiduría artificial también? Pero por sobre todo, en el proceso ha nacido el Individuo como ser humano, como producto de la creación de conocimiento. Ahora deja de ser manada para convertirse en una colectividad de individuos,  con su ciencia y su ignorancia acuesta, embrión del ente social que es hoy la humanidad.

AVi, la hija de las aguas, la hija de la luna.  Esa mujer, siempre primitiva, compleja y ambivalente. Un ser escogido en un momento inefable de un azar oculto, participa de la brevedad de las cotidianidades como un eslabón más de esa incógnita que es la  creación. Desde su solitario albedrío y acompañada del interés (o deseo) expresado en una voluntad de perseverar en la aventura del crear que es el vivir, en su cotidianidad alberga y traer a la luz vida, y en su eterna presencia lega sus mas ancestrales y ocultos secretos. Los tiempos la perpetúan con los más variados  y controvertidos epítetos. Ella, génesis de la sabiduría de la creación y su instrumento de acción, la esperanza. Desde el mismo inicio ella es el tránsito al fantástico universo de la imaginación, que lleva al ser humano al borde de la eternidad.


2 EL COMIENZO


Reinaba una pesada atmósfera de vigilia. Sólo se oía el fluir del agua de entre las piedras de un pequeño salto de  agua en el riachuelo. De repente, un muy breve y ahogado gemido irrumpe en el ambiente y despierta la alerta. Las cabezas giran y los ojos acechan en una sola dirección. La quietud regresa apresurada,  sólo una leve onda en la superficie del agua de un pequeño pozo en un recodo del río, delata el origen del quebranto del silencio. Ahora, depredadores y presas, tensos en sus asechanzas y miedos, prensan sus músculos y aguzan sus sentidos, cual esperando una señal de partida. De pronto, asoma con sigilo con un casi imperceptible movimiento, una frente, y poco a poco la nariz y una boca  abierta buscando aire maltrecha por por una mueca de dolor, convirtiéndose en foco de atención. Son los rasgos de una mujer, que de igual forma se sumerge para ahogar otro gemido. Esta vez, resurge en un salto y un solo e involuntario grito para volverse a sumergir. Como una señal, ya la fauna se mueve en derredor entre los arbustos. Surge un venado, pero detrás del mismo una felino y simultáneamente vuelan jabalinas hiriendo al venado, De entre ellos, la pantera confundida, se retira  y abandona el lugar ante la aparición repentina de unos hombres y sus flechas que ahora silban sobre su cabeza. Otros hombres se dirigen al pozo, cuando en eso, aparece de nuevo la cabeza de la mujer emitiendo un solo grito de dolor y se sumerge brevemente, para luego resurgir y como arrancando de entre las aguas, aparece en sus manos una criatura.

Todo este tiempo había estado en trance de un inoportuno parto, y por ello optó por sumergirse en el pozo y evitar que sus quejidos y el olor de sus fluidos atrajere a otros depredadores y  quebrantar el silencio de la acecha. Mientras
esto sucedía, ella misma se convertía en carnada, al dejar los fluidos de su placenta en el sitio de vigía. Luego en el pozo, su naturaleza se mezclaba con el fluir del agua por entre su bajo vientre durante la acción involuntaria de los cada vez mas agudos espasmos,  ahora, acompañados de sus ahogados gritos de dolor bajo el agua. Todo ello daba cuenta de vulnerabilidad hasta que el último y mas fuerte, delatando su fragilidad , le entrega, ya no tanto el dolor, sino la sorpresa de recibir en sus manos a su indefensa vástaga y una presa más en escena. Sin tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido, por instinto se sumerge y con su afilada cuchilla de piedra, corta el cordón que todavía le une a la criatura, y en dejando fluir con la corriente aquel puente que ahora la separaba de ese nuevo ser, saca aquel bulto del agua con sus dos manos y con un grito agudo de dolor salta aquella vida nueva, con tanto coraje que la sorprende de nuevo e instintivamente la atrae hacia su pecho y sale del agua.

Inmediatamente ya sus compañeros, sorprendidos, rescatan a la nueva madre y su  pequeña de las aguas, ultimando el objeto de la caza y espantados los contendientes felinos que disputaban la presa. Solos aseguran el trofeo, la vástaga y su madre. .
Ya a salvo y rodeada por sus compañeros, envuelve a la criatura con anchas hojas después de haber lavado su pequeño cuerpecito de todo vestigio de sangre y cualquier fluido que pueda atraer a depredadores e insectos. Contemplaba ahora con ojos de asombro:

—¿Cómo esa cosa tan viva pudo estar dentro de su cuerpo?—

y ambas se miraban mutuamente cómo preguntándose algo, creando un nuevo puente entre ellas.

Cuando ya, todos listos para partir, la tomó en su brazos y la criatura instintivamente buscó su pezón y ella, tomada por sorpresa por el acto, intentó rechazarla, pero la curiosidad la dejó hacer. Así,  con su hija en un brazo y la carga de carne al hombro, emprende la caminata, sin saber que ya no hay regreso, le espera la aventura de la vida siempre y sorpresivamente nueva . Todos contentos y complacidos no dejan de mirar a la nacida de las aguas y a su madre..

Pasada la novedad y habiendo comido y dormido a satisfacción, llegó un nuevo día para el grupo. No así para la nueva madre, que poco durmió entre contemplar  y amamantar a su hija cada vez que lloraba. Las tías y abuelas del grupo se ocuparon de ayudar mas por curiosear que en instruyéndole sobre su nueva condición. Ella oía y seguía lo que le decían las mayores y aprendía con rapidez, pero al mismo tiempo, cada vez que la veía,  creaba un vínculo muy especial con su primogénita.
Al principio la novedad la  mantuvo en la cueva. Atenderla y alimentarla, le producía  una satisfacción muy íntima que mantenía para sí. Pero un día la dejó y regresó a su tarea de vigía y prestaba su atención a su hija y a sus ya habituales quehaceres comunales  sólo cuando regresaba de una cacería. Una mañana en preparando unas hierbas para cocinar se víó las manos pintadas y con el dedo acarició la mejilla de su hija y le coloreó la misma y sonrió, siguió jugando con los jugos de las hierbas y logró una especie de maquillaje en el rostro de la niña. Siguió con  su tarea y trato de limpiar los colores de su mano, restregando la mano en la pared de la cueva y mancho el sitio. Al final de su tarea ya todos comidos, observó la pared y vió la mancha que había ocasionado y quedó pensativa por un momento.
Los tiempos transcurrieron y ya alternaba su labor de crianza con sus labores de caza. Ya su hija comía de manos de las demás. Todos la tenían por un ser muy especial y la cuidaban con devoción. La niña misma respondía con el mismo sentimiento y aprendía de la relación con sus mayores. Un día al lado de una tía que preparaba la comida, metió sus manos en los jugos que se escurrían de la piedra  de trabajo y empezó a poner sus manos en la pared de la piedra, al rato, la tía ve lo que la niña había hecho y queda sorprendida y llama a las ancianas para enseñarles, La sorpresa fue general ahora y luego cuando vinieron los demás incluyendo su propia madre que sonrió complacida intercambiando una breve mirada de cómplices.

Un día su madre no regresó y AVI quedó entre ellos como la hija de las aguas, sus tías habían aprendido de ella la novedad de la pintura con jugo de hierbas y ya conseguían varios colores, Ahora AVI, caminaba y poco a poco mejoraba su arte  hacía figuras, y representaba a sus tías y tíos y las paredes se fueron llenando de ellos.

AVI, la hija del agua, está ahora, como su madre, acechando entre los arbustos, con casi todo el cuerpo sumergido en las aguas de un riachuelo, como un miembro mas del grupo y ni tan siquiera era una adolescente. Era sí, una cazadora, una pescadora, que nació en la corriente del río a una madre vigía, cuyo coraje la llevó a  preferir ahogar sus gemidos de parto en el agua, a delatar su presencia, era la disciplina del silencio, la seguridad del grupo y el éxito de la misión, Su valía, radicaba, no sólo en haber participado en la caza que trajo carne fresca, a riesgo de su propia vida, sino también trajo a la luz de entre las aguas, a un nuevo ser. Un nuevo miembro, muy apreciado para el grupo, una hembra, la madre del río, que  extrajo una hembra de las aguas mismas, una señal mas allá de la comprensión y como tal habrán de ser tratadas en adelante, tanto la madre como la hija, con especiales y nuevos privilegios y consideraciones, ya que ambas, traen peculiares gracias al grupo.
 
Las mujeres, además de ser miembros importantes en las labores de caza, son tomadas como seres esotéricos: traen vida, cuidan de ella, conocen de las diligencias del fuego, de los alimentos, de las curas,  tienen poderes ocultos que las comunican con los cielos que les otorgan todos esos poderes. El tiempo así lo probará a todos.

La magia de sus dibujos en la cueva, proporcionan nuevas dimensiones al universo del grupo. AVI, se convertía en la primera maestra, en la primera cocinera, la primera médico y eventualmente en la primera sembradora. Su madre será la primera figura en piedra, en madera, en hueso y en la mente de toda la descendencia, la madre misma de toda la humanidad y trasciende como la madre misma del universo..


Las AVI, darán a luz también a otras AVI. Siempre un nuevo comienzo, crecerán y afianzarán su excepcional lugar con cada nueva AVI, acumulando conocimiento y reflexionando sobre un nuevo comienzo. Cada nueva AVI, contribuirá con  toda una gama de siempre nuevos y novedosos aprendizajes que la llevará a deslindarse de los demás, por su sabiduría. Así, de los dibujos pasa a fascinarse por la inmensidad del firmamento nocturno.
Cada noche se recrea en adivinar dónde están y descubre cómo, la más grande de ellas, cambia de forma cada noche hasta que desaparece para luego volver aparecer otra noche , creciendo otra vez cada noche con mayor fulgor, hasta completar una cara de luz. Extasiada en cada vez, las va dibujando en su roca secreta. En recreando los garabatos de su piedra secreta, se asombra de cómo puede adivinar ya la forma que ha de aparecer cada noche.

En la aurora de un nuevo día, acechando a la orilla del río, un accidente y la reflexión han de dar a AVI la clave de esa relación entre los cuerpos celestes de la nocturnidad con su propio cuerpo. En aterrada sorpresa, en el silencio de la revelación, mira a la luna en lo alto de su diminuta y tenue sonrisa como pintada en su firmamento astral,  y su incomprensión la hace otra. Su observación y confirmación continúa, pero mantiene todo para sí, hasta que la evidencia en su cuerpo la hizo reaccionar y sumergida en el río, observó cómo un sorpresivo fluído brotaba de su bajo vientre y se mezclaba con las aguas. Ese día su cuerpo cambió y sin saberlo, para siempre. Mantuvo el secreto de que algo malo le había sucedido. A los días, ya cuando de nuevo se sintió que todo había vuelto a la normalidad, siguió su nuevo hábito nocturno, hasta que otro buen día, se repitió tan embarazosa situación, accidentalmente estaba adivinando qué forma debía tener la luna a su aparición. De pronto, relaciona una cosa con la otra y reflexiona sobre la luna y ella. Para entonces ya sabía que a algunas de sus tías les pasaba lo mismo. Con una secreta picardía, comenzó a relacionar, los trances periódicos propio y de sus tías, con los garabatos de su piedra secreta y como un juego, les decía a las tías el cuándo se iba a repetir tales trances, y ellas se maravillaron y regaron la voz a todo el grupo.

AVI continuó su indagador juego nocturno y eventualmente descubrió que esos pequeños luceros también tomaban formas, que ella inscribía en sus rocas secretas. y se encargó de buscar coincidencias con los sucesos cotidianos. Descubrió como, en el día,  el sol también cambiaba de lugar, alejándose de donde estaban, la luz diurna era mas corta y comenzaba el frío. Pudo observar que las aves y las grandes manadas de animales, parecía que también sentían lo que ella veía en su piedra secreta; era hora de  migrar a zonas de mejor clima, mayor caza y pesca, siguiendo a los animales. Así, el clan se beneficiaba mas allá de la caza, la alimentación, la sanidad y la procreación, en la cohesión del grupo, dando valor al conocimiento de la novel individualidad que era AVI, dentro de esa prístina comunidad.  El grupo, ya mas nunca la verá como una hembra mas que trae vida, se convertirá en un ser peculiar, encontrando cabida en el grupo humano comunal como el primer individuo, explicado sólo en lo esotérico, siempre bajo la disciplina del silencio. AVI, en su predicamento, inventaba el futuro.


El paso del tiempo llevará, tarde o  temprano a toparse con otros grupos, más chicos, más grandes, más o menos integrados, con más o menos los mismos intereses, o mas o menos propensos al intercambio.

Al principio el recelo los mantendrá apartados,  hasta encontrar actitudes que muestren empatía y permita cierta comunicación. Sin embargo,  la desconfianza prevalecerá y los lleva a observarse mutuamente en sus reacciones de encuentro, para  después de satisfacer sus mutuas curiosidades, detenerse a ver lo novedoso del otro; sus particularidades en su caras, cabellos y cuerpos, de las herramientas que cuelgan de sus hombros y en especial, las cosas que observan en ellos. Esa curiosa actitud, los lleva, a sorprenderse por lo que les llama la atención del otro, cuando para cada cual,  ello es natural, sobrevienen las sonrisas y con ellos la distensión. Eventualmente, de allí pasan a intentar hablar, sin comprenderse mas allá de las señas y eventualmente, tocándose los rostros y los cabellos y en aprendiendo de sus ropaje, herramientas y atavíos, usos y utilidad; inician el enriqueciendo involuntariamente del inventario propio de la comunidad. Así mismo, observan sus mujeres y niños y ríen entre sí y rompen así ese momento que los aislaba. Intercambian alimentos y comen todos juntos.

La mujer, ocupa una posición muy especial para la comunidad y correlacionando los valores de las mismas, dispensan  lo mismo a las mujeres de los nuevos. Llama la atención la reacción de las mujeres al verse observadas, por los nuevos hombres y mujeres y encontrar reacciones de empatía entre las mismas. Ellas evalúan la novedad de sus fisonomías, y actitudes.

AVI, en particular le llama la atención los niños del nuevo grupo, el color de sus ojos claros como el cielo y de su piel rosada, la seguridad de sus sonrisas al ver de frente a los nuevos. También observa a las mujeres y sus cuerpos desarrollados en las faenas de caza como ella, sus cabelleras color de sol, lacias y de los hombres sus cuerpos lampiños y tostados. Sus miradas sobre su piel la desconcierta en alguna manera y busca preguntar que es, Al rato se da cuenta que es lo mismo que ella observaba, la piel, la cabellera y se adelanta y con sus manos toca la cabeza de uno de los hombres señalando el cabello, luego la piel y el hace exactamente lo mismo, tomando su cabello y tocando su rostro. Instintivamente se retiran el uno del otro, pero intercambian una sonrisa. Una mujer se acerca y curiosa también toca sus cabellos y sus ojos miel. AVI, retribuye con confianza su curiosidad tocando como una caricia su cabello claro como rayos de sol, tocando sus hombros y rostro tocados de flor. De pronto se oye un bullicio alegre de fiesta y roto el hielo todos celebran el encuentro.

Los extranjeros, se quedan y hacen campamento cerca. Comparten la curiosidad por las herramientas y aprenden de sus utilidades. Salen de caza y regresan y comparten. Ya no mas están solos. Sin planificar se acostumbran a la vecindad. AVI, ahora empieza, poco a poco, a asimilar que  ya es parte de un grupo mas grande, Su universo se ha trastocado de repente en un complejo cuadro de relaciones. Su formación filial se amplía de repente a una nueva dimensión. Ya no son sus tías abuelas e hijos junto a sus hombres, ahora son nuevos personajes que habrá de aprender a tratar, Especialmente ahora que la relación entre las dos comunidades, prospera en franca armonía. El intercambio es la pauta que fluye con confianza y naturalidad, sembrado las bases de un nuevo vínculo mas allá de la consanguinidad. Nace la amistad.

Todo ello lleva a plantear nuevos escenarios, tanto en lo cotidiano inmediato, como a mediano plazo. Ya la integración es completa e incondicional y el apareamiento se amplía incluyendo a los nuevos, para ambos bandos como un hecho normal.

AVI. será la primera en sorprenderse al dar a luz a una niña de ojos oscuros y claros cabellos ondulados y con unos pulmones que le dan para gritar bien alto y confiada, De una mirada profunda y dulce como un regalo, La orgullosa madre, ya olvida el trance del parto y  la muestra a todas las tías y amigas como una grata novedad. Pero, pasada la euforia, en la medida del tiempo, observa, que del parto de las demás mujeres nacen también increíbles niños y niñas, como regalos del mismo cielo. Las nuevas caritas rodeadas de cabellos lacios, crespos, con ojos claros como un día de sol y oscuros como noches sin luna, vigorosamente fuertes y sanos, siguen sorprendiendo y ante tanta novedad, medita e intuye, sin saber el porqué, que  tras cada nuevo parto se esconde una descendencia con un valor especial de una muy particular fortaleza ante los retos de una supervivencia sana,


3 EL ORIGEN

AVI, en sus más íntimos pensamientos, comienza a cuestionarse el cómo ha llegado a ser lo que  es entre su propia gente, ya no sólo por propia experiencia, sino por la venia que le proporcionan sus propios compañeros aún  su rústica preparación. Todo ello, en su novel sentido de reflexión la expone, sin saberlo, a una serie de confusos procesos que la llevan a intentar controlar y eventualmente concebir el pensamiento de una forma esquemática, e irrumpe de improviso en el mecanismo humano por excelencia que lo define como único, en la comprensión abstracta. Esto arrastrará a ambas, madre e hija, a una nueva dimensión en su relación espacial con el entorno humano y su concepción del ambiente, abriendo fronteras inimaginables.

En su tiempo de niña ya lo dejó en las paredes de su guardería con la complicidad de su madre, luego desarrollando su particular don, al interpretar lo que de ella esperan  sus pares mujeres y de los mismos hombres, los de siempre y los nuevos. Ella era novedad para los demás, pero éstos no participaban del proceso de su aprendizaje, tan sólo veían los resultados, según ella se los manifestaba. Así, que en sus confusiones la relacionaban con los cuerpos celestes y así la habrán de tener, hasta pasar a la memoria de lo oculto, por  siempre un mito.

AVI, reseña  el paso de los días con el paso de las lunas en el horizonte astral. Detrás de cada uno de los otros cuerpos celestes, que acompañaban a su luna en cada aparición, encontró respuestas a muchas situaciones del acontecer entre las sombras y la luz. El llevar cuenta de sus lunas, la llevó a identificar el suceder de los comienzos y términos de muchos de los eventos aparentemente cotidianos, empezando por su propio cuerpo, el primero; de  cada nuevo ciclo de caza y de pesca; del cuándo levantar el campamento y seguir a otras tierras, inclusive antes de los signos migratorios de las aves y las bestias, que para ella también seguían a los astros y comienza a identificar a los astros que le hablan.

Ella ya ha provocado de antes una aceptación de la valía de sus particulares y empíricos conocimientos ante los demás,  en corroborándose en cada ocasión sus augurios. Ahora acuden a ella para curarse de heridas, malestares y hasta de infertilidades. Para ellos, AVI profetiza, cura, aconseja. AVI es ahora un personaje clave dentro del grupo, como lo fue AB, el hijo del fuego en su momento.  Ya no frecuenta las labores de caza y pesca, se queda en el campamento, ordena y atiende a los párvulos y ayuda a las parturientas. A los unos los instruye en los quehaceres de la vida que habrán de enfrentar, la disciplina de la supervivencia; a las otras las ayuda a cuidar y cómo alimentar a sus críos.  Atiende aquellos que han perdido a su madre, así como a aquellas madres que perdieron a su hijo en labor de parto. Dispone de los recursos que se presentan dadas las circunstancias, dándole a las unas, los huérfanos al nacer para que los amamanten, creando nuevos vínculos filiares accidentales. Además, ya las mujeres no están solas en las labores de parto, AVI ha de ser la primera comadrona.
 
El dibujo  abrevia el esfuerzo y establece una conexión de consenso instantánea entre el objeto, el alumno y la instrucción, simplificando el mensaje de identificación, donde todavía no hay palabras que nombran. Ahora comienza a crear códigos para nombrar las cosas y los personajes. Ríen, juegan y cantan juntos,  aprenden las herramientas de comunicación como el recurso más importante del futuro patrimonio humano. Nace la guardería, cuna del vínculo familiar y ruta de madurez de la organización humana.

Aprenden la disciplina de lo bueno y de lo malo, desarrollando el valor del vínculo de pertenecer en la amistad  ─sin sentido de posesión─ y en el reconocer y aceptar las diferencias individuales como cualidades ─sin sentido de disensión─ sino como recurso de apoyo y seguridad.  Instantáneamente se crea el Hogar a la sazón del valor del trabajo. Todo bajo la disciplina de lo bueno y lo malo.

Los hombres por su parte, ven en sus mujeres a seres extraordinarios, al dar vida a tan novedosos críos. que merecen protección y cuidado. Ellos ven en la descendencia un valor especial y particular,  lo que conlleva a renovar fuertes lazos para consolidar el ámbito creado por sus mujeres en el seno de la comunidad. La nueva diversidad la intuyen como una novedosa y favorable a la armonía en esa comunidad en gestación, nacida en el vínculo de la amistad entre los seres humanos mas allá de la consanguinidad. Nace pues la Familia.

Valores como el número de miembros da confianza de éxito y seguridad, cuando comparten los mismos intereses y los recursos y provisiones necesarias sea abundantes. La oportuna  secuencia genética, contribuirá a la diversidad y la seguridad de la frágil descendencia. La humanidad ha llegado para quedarse.

Las lunas se suceden y en cada una se gana la rutina de la adaptación. Los párvulos crecen y dejan la guardería y se  incorporan a las labores de caza, así como las madres, que ahora dejan a sus crías en la guardería para seguir en sus quehaceres en la acecha. Hasta que una mañana, Avi, llevando los residuos de comida al vertedero que había dispuesto a cierta distancia de la cueva, como práctica para evitar atraer depredadores  y poner en riesgo la integridad de los indefensos. Advierte, que de entre los desechos viejos aparecen unos brotes verdes. Arranca uno, lo observa y curiosa lo prueba, encontrando que tiene un sabor agradable, pero algo entre los matorrales la pone en alerta y se retira con cautela. Olvidado el hecho y habiendo mantenido el campamento  en el mismo sitio más tiempo del acostumbrado, por la benevolencia del tiempo, vuelve a reparar en unas yerbas que crecen en los alrededores de los desperdicios, se acerca y evidencia nuevos brotes como los anteriores, pero los acompañan unas
mas altas y flexibles, que se exhiben al viento como suaves plumas, pasa su mano entre ellas como una caricia y toma una y encuentra unos pequeños granos adheridos, los recoge en la palma de la mano y se pregunta qué será, se lleva a la boca uno y saborea, le gusta, come algunos y regresa a su labor y los demás los arroja.

Un buen día, cálido y claro, regresan a un lugar donde ya antes había acampado y encuentra que las hierbas de los desperdicios, dejados en el sitio, se han multiplicado y ahora son todo un matorral. Decide limpiar el lugar y los corta, recogiendo las ramas que como plumas estaban plenas de los granos que ya había saboreado, sólo que esta vez estaban secos. Curiosa desgrana las espigas y recoge los granos,  come algunos y viendo que eran buenos les da a las tías que le ayudan, pero viendo que eran duros, los muele con una piedra y le da a probar a alguno de los niños grandecitos que también estaban ayudando. Viendo que les gustó a todos decide moler mas y agregar agua para aquellos mas pequeños, que todavía no pueden masticar. Viendo que a todos les gusta, le dio a probar a las parturientas y les contó de dónde los sacó y les enseñó los granos y las espigas . Regresó al sitio con ellas y cortaron todas las espigas que tenían granos secos y dejaron las otras.
Se pusieron a moler los granos hasta pulverizarlos y agregaron agua consiguiendo una especie pasta, que amasaron hasta conseguir manejar con cierta plasticidad   y pendiente de recoger los desperdicios, notó que alguna de la masa que había preparado se tostaron cerca del hogar donde comían y meditó. La cortaron en porciones pequeñas y las  iba poniendo sobre una piedras en el hogar y como estaban calientes sorprendidas vieron cómo se esponjaban y se convertían en una tortas olorosas. Probaron, les agradó el sabor y sonrieron.
AVI recordando que ella había probado algunos granos hace un tiempo, pero no estaban secos, tiró los otros. Entonces reflexionó y fue por algunos granos secos y los enterró al  derredor del vertedero. Ahora vigilaba cada día el sitio, hasta que un día vió un delicado brote saliendo de la tierra y sonrió complacida ante el recuerdo. Buscando pedazos de ramas secas, improvisó una cerca, creando una guardería para sus retoños. Contó cada luna hasta que crecieron al viento y secaron sus aguijones al sol. Desde entonces es parte esencial de la dieta, de párvulos y parturientas y luego de toda la humanidad.

Para entonces, habían aprendido a domesticar algunos animales con  el cebo del huerto. Así, alimentaban a los animales con el producto del huerto, y este crecía en espacio para poder dar de comer a todos, animales incluidos, ya reunidos en un corral y así consumían sus ganados domesticados sin tener que ir a cazarlos.
AVI, que seguía con minucioso interés el ciclo del cultivo, experimentó con otros a fin de poder alimentar otros animales al observar lo que estos buscaban. El huerto se convirtió en un jardín de varias especies con diferentes ciclos de crecimiento y maduración. De uno, eran los granos, de otros las hojas y frutas, otros los tallos o las raíces. AVI dedujo entonces, que si a los animales les gustaban, ella debía probar también. Algunas les gustó y otras las desechó, y se concentró en los cultivos para los animales domésticos y principalmente los gramos para éstos y ellos que había aprendido a manejar. Luego las estaciones le dieron la clave de las frutas y los tallos.
El huerto  se extendió en área de cultivo y por el tiempo del campamento. Pero, en la medida que cambiaban de sitio, tenían que abandonar los cultivos que no habían madurado, arrear al ganado domesticado y además empacar los atavíos, enseres, herramientas, así como los pertrechos y guarniciones.
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Eventualmente, sembrando donde ya habían recogido el fruto de la cosecha de los ciclos cortos, descubrieron la rotación cultivo de ciertas especies,  La economía de la domesticación de animales permitió mantener el campamento en un solo lugar por más tiempo y manejar sus ganados entorno a los ciclos de cultivo, hasta que  apareció la aldea y ya la humanidad llegó para quedarse.

Un buen día apareció de dentro del bosque, la figura de un hombre pequeño. La alerta se esparció por la aldea y salieron todos al sitio en formación de cacería, rodeando el sitio, pero en actitud de vigía. Aparecieron mas de entre los árboles, pero su actitud era de una tímida observación. Asombrados miraban a aquellos que salieron a su encuentro, admiraban  sus rostros claros y su gran estatura, la variedad del color de la piel, sus cabellos y ojos. Llegaron al sitio atraídos por los animales y se sorprendieron al ver que estos seres vivían con los animales y no comprendían. Los tuvieron por unos seres superiores y se agazapaban ante ellos en señal de sumisión. Mientras tanto, los aldeanos los veían con curiosidad sus cuerpos desnudos, sus caras oscuras pintadas con blancas figuras y de grandes ojos negros. El líder de la acecha, en la confianza del número, se acerca a los mas próximos para observarlos mejor y ellos retroceden un paso y todos paran. De repente, detrás de líder aldeano, aparece AVI con unas tortas en la mano con actitud de entrega a uno de los visitantes. Éste, paralizado ante el hecho, la ve de frente y no sabe qué hacer. Ella, en un
ademán de buena voluntad le pone en la mano un trozo de la torta  y ella toma otro trozo y lo come, se voltea hacia su líder compañero y también le da un trozo, ambos comen e instan al extranjero hacer lo mismo, quien con recelo al fin transige y lo hace y queda complacido del sabor, mira a la mujer y luego a sus compañeros, preguntándose, sin saber que.

Roto el momento de tensión, poco a poco, van saliendo el resto de los visitantes, que no eran mas de una decena  y comienzan a expresar sus curiosidades sobre los aldeanos y éstos sobre los recién llegados. Se entretienen en un ritual de conocerse, tocando los cabellos y rostros pintados, los collares y pulceras de los aldeanos, mientras que los otros con ojos que resaltan como lunas en sus rostros  oscuros, con sus cuerpos lampiños y despojados de todo atavío excepto de sus herramientas de casa . Al momento, AVI regresa con más hogazas y en partiendo en trozos les da de comer a los invitados. Ahora discurre un bullicio de sonidos incomprensibles para el oído pero si en la intención. Es la confianza que ha permitido la comunicación con los recién llegados.

AVI, curiosa por la desnudez, medita y reflexiona sobre sus propios animales y le ofrece a los curiosos visitantes las pieles de sus animales a cambio de sus curiosas herramientas de caza, las cuales tenían una especie de dura y afilada punta al extremo de las lanzas y las flechas, así como una variedad de cuchillas todos del mismo material, muy suave al tacto, que cortaba con gran eficiencia. Eran unas herramientas muy especiales de una piedra pulida, Al término, los visitantes se fueron con nuevas pieles y collares,  pulseras, pequeñas figuras de la madre naturaleza en forma de mujeres preñadas, y además con los cuerpos pintados. Dejando en la aldea, nuevas y novedosas herramientas de caza y pesca, así como, eventualmente se evidenciará en una nueva descendencia de críos de piel oscura y profundos inquisidores ojos negros y de cabellos rebeldemente crespos.

La aldea atrajo a otros trashumantes y se convirtió en un paso habitual, allí dejaban los más exóticos objetos, venidos de otras partes, y se llevaban a su vez, las provisiones necesarias y las curiosidades elaboradas en la guardería para continuar sus viajes . Ya no eran cazadores y pescadores habituales en vía a sus cotas de caza, eran vecinos de otras aldeas a mas o menos cercanas, que venían con sus excedentes de cosechas y manualidades, para intercambio. Sin embargo, también venían otros trashumantes en caravanas con muchas bestias de carga, con los mas variados y extraños objetos para el intercambio, con quienes negociaban provisiones y sus extraños objetos. La aldea creció en riqueza y ya las chozas de paja eran de sólida madera, piedra  y hasta de barro cocido, con diferentes habitáculos alrededor de un hogar..

La  caza, se volvió esporádica, ya que disponían de carne suficiente con sus ganados. Ahora, AVI invertía todo el tiempo en la guardería, la cual había crecido en complejidad; cada vez era mas numerosa y exigente la concurrencia en cuanto al entrenamiento y su adaptación a la vida aldeana, Les enseñaba a manejar las herramientas utilizando para ello los desechos: como huesos, colmillos, espinas y cualquier cosa que les permita experimentar y lograr experiencia. para luego trabajar  la piedra y la valiosa madera para poder hacer utensilios, herramientas, aparejos para el manejo y sacrificio de los ganados. Los párvulos aprendían con diligencia y algunos se distinguían por su particular sensibilidad al reproducir figuras con los huesos y colmillos y aun con madera. Representando figuras humanas y animales que ya conocían, en especial hasta a su misma maestra, AVI.

Las mujeres trabajaba a la par de los hombres en la preparación  de las carnes y pescados, salando, ahumando o asando, para su conservación. En el curtido de las pieles para protección del hogar contra el frío, la elaboración de prendas de adornos, creadas a partir de los sobrantes de materiales en la confección de abrigos y utensilios de cocina.

La comunidad crecía alrededor de la familia, nacida de los lazos de amistad y reconocimiento del lugar de cada quien dentro de ella, sin prejuicio de posesión. El valor esencial era  la pertenencia y el rol que desempeñaba cada quien era circunstancial a la necesidad y oportunidad que el momento requería. La filiación primigenia era por nacimiento de mujer dentro de  la comunidad, la otra por aceptación consensual de la comunidad de personajes venidos de fuera de ella, por vecindad o transeúntes que se quedan.

Mientras el párvulo se adapta a dejar de ser centro de atención, AVI les enseña a  dar atención a otros y comenzar a ejercer su puesto dentro de la familia. El servicio es la dinámica de la consolidación y crecimiento del grupo social. Cada quien en ejercicio de su pertenencia actúa bajo la disciplina del trabajo sólo en la medida de las  habilidades aprendidas y destrezas desarrolladas, así como las disposición innata de asumir una tarea. Nace el individuo como eje prístino de un nuevo orden, la organización humana.

4 LA RUPTURA


Es el despertar de un día frío y la niebla se filtra perezosa entre los árboles del bosque. La inquietud de los animales llama a la alarma. Los aldeanos se reúnen en posición de bienvenida, pero ya un grupo ajeno, ha tomado posiciones y se presenta hostil. Son extranjeros bajo la dirección que impone un solo hombre, con una sola instrucción: tomar por la  fuerza la precaria comunidad, sus provisiones, mujeres y niños, quienes en su inocente buena voluntad habían salido a recibirlos. Los forasteros sólo ven en ellos un botín y no una negociación pacífica de intercambio y fraternidad. y contando sólo con la fortaleza de un número de hombres, particularmente organizados en el manejo de nuevas y novedosas herramientas, ya no para la caza,   sino para el asedio, la invasión, el pillaje y el asesinato. A una sola señal, ocupan los espacios, arrasan el sitio, toman las provisiones y herramientas, secuestran a niños y mujeres y asesinan a todos los hombres y ancianos que estaban presentes.

Todo ha cambiado, cuerpos mutilados sin vida, paredes derruidas, techos humeantes. La destrucción es el paisaje de la comuna, El ganado disperso ante el fuego. los huertos destruidos pisoteados de bestias.  Todo, aquello que ya era familia parece desaparecer con la sangre derramada de los padres, hermanos e hijos de la frágil e incipiente humanidad.

A las mujeres y las niñas las someten y recluyen en las pocas chozas salvadas del asalto a la precaria comunidad  A los niños los entregan a los guerreros, sometidos a labores de limpieza y cuidado de las bestias sobre las cuales llegaron  montados. Celebraban el éxito de la incursión y se repartían el botín y las mujeres, bebiendo de unas botas de piel de animal. un líquido cual sangre
Degollan a algunos terneros y preparan un festín, haciendo que las mujeres se encargaran de la preparación de la comida.   El líder manda por las mujeres y niñas y escoge entre ellas para su particular compañía, las demás las entrega a sus hombres en recompensa para su diversión. Traen con ellos bebidas que causan mareos y pérdida de las facultades de alerta y todas sucumben a la seducción. Comieron y bebieron hasta hartarse.

Está pronta la hora del alba. AVI,  reflexiona sobre todo lo sucedido, al ver destruido todo aquello que le era de arraigo, de la violencia experimentada en un cópula bajo la influencia de una extraña bebida. Hace cuenta del estado de las demás compañeras y se entera de que algunas han muerto a manos de los invasores, especialmente las mas jóvenes. Como experimentada cazadora, intuye que estos salvajes han de tener una debilidad y planifica encontrar cuál ha de ser y utilizarla a favor para salvar a los que todavía quedan de los suyos y alertar a los ausentes antes de que regresen.

Ya el sol está en lo alto, todavía bajo los efectos de las bebidas espirituosas que bebieron toda la noche, AVI tomando la iniciativa,  entre señales y balbuceos propone al jefe, organizar otra comida para agradar a los nuevos visitantes que han traído tan deliciosas bebidas.
Ella misma se ofrece a preparar los manjares que acompañarán a tan apetecidas bebidas,
El jefe, que bien se deleito con AVI durante la noche, satisfecho de entender tal proposición da su venia.
Así, AVI escoge entre las mujeres aquellas  que habrán de ayudarla a preparar su plan, escogiendo a las mas hábiles en las labores de caza y acecha. Buscan en el bosque alguno de los cabritos que todavía merodeaban el lugar. Con los granos que pudo reunir,  hace la masa para los bollos que acompañarán a las carnes, sazonadas con algunas extrañas hierbas del lugar.
Llegado el momento, buscaron entre lo poco que quedaba, y encontraron algunas pieles así como pulseras, collares y otros adornos que usaban en ocasiones de festividades y  permutaban con los transeúntes, Secretamente instruyó a las mujeres para que tomaran la iniciativa en cada vez, que los hombres trataran de forzarlas a la cópula y demorarán el momento de forma que tuvieran el control, Al momento preciso, ellas verán una señal y todo acabará.
Se dispusieron pues y en tomando todos los utensilios se fueron y prepararon un banquete en el lugar de encuentro. Llegó el jefe acompañado de sus mas cercanos lugartenientes, Ellas los recibieron vestidas con lo que pudieron encontrar y pintados los rostros con símbolos de variadas figuras y colores. Ofreciéroles los platillos que habían preparado y las bebidas que ellos habían traído en sus extrañas botas de pieles.   

Cantaron y bailaron y la euforia  pleno el lugar.

─Empezaron con evasiones al producirse sugestivos requerimientos de parte de los hombres y AVI comenzó a relatar en un canto y gestos, adulando a cada uno de ellos en su fuerza y vigor.

Estos comían y bebían sin limitación, encontrando la comida de su mayor agrado y satisfacción.    

─El jefe, intenta  atraer a AVI hacia él,
─Ella lo evade con sutileza y comienza a cantarle, lo mismo que le cantaba a los niños de su   guardería, a sabiendas que él nada entendía.
─Dibuja figuras en su mano y rostro y con una trenza ata su mano a la de él llevándole a un rincón apartado y lo convida a recostarse sobre las pieles que había dispuesto a tal propósito,
─El, en un brusco ademán, la atrae contra su vientre,
─Ella, con una mano atada a la de él la lleva a su espalda y con su peso lo empuja con suave firmeza a dejarse caer sobre las pieles..
─Él al caer, utiliza su mano libre para soportar el peso de los dos.
─AVI, al  dejarse caer sobre él,  con la mano libre, y sin que se percatara a tiempo, toma el pequeño cuchillo que portaba escondido  en su cintura y en un solo y rápido movimiento le corta la garganta de lado a lado, sin que éste pudiera emitir sonido alguno.
─Caen sobre el charco de sangre y  de inmediato sostiene al convulsionado cuerpo en el sitio hasta que quieta la carne, quieta la amenaza.  Cubriéndole con las mismas pieles y mantas, se limpia las evidencias de la violencia de su cuerpo.
─Sale al sitio donde estaban los demás, y se acerca al segundo al mando, que ya estaba ansioso con una de las compañeras y al ver a AVI la llama para que los acompañen.
─Seducido entre las dos mujeres, también es sacrificado como lechón y así, las mujeres se van dirigiendo a cada uno de los que restan en más número  degollando uno a uno a todos los lugartenientes.

─Salieron con sigilo para no llamar la atención asegurándose de recoger las armas que los invasores  traían y que utilizaron para sacrificar a sus hombres y fueron por los niños y las otras mujeres que dormían entre los escombros de la guardería. Sacrificaron a los dormidos guardianes dentro  del mayor silencio.
─Reunieron a aquellos que pudieron encontrar y se internaron en el bosque, .

Ya era un nuevo día, los subordinados que quedaban fueron por sus jefes y no los encontraron en sus tiendas, cuando al fin encontraron los cuerpos descabezados y sus cabezas clavadas cada una en una estaca, pintadas con extrañas figuras, se horrorizaron y corrieron en busca  de las mujeres. pero no encontraron a nadie, sólo dibujos de extrañas criaturas en cada choza y todos los guardas igualmente degollados. De inmediato, tomaron sus bestias y temblorosos huyeron del lugar en un solo pavor.

Poco a poco las mujeres fueron regresando al lugar, habiendo dejado a los niños a buen  resguardo, escondidos en el bosque al cuidado de algunas de ella.
Ese día, AVI, aprendía a comandar a marcha forzada.  Ahora, ante las apremiantes circunstancias, convertida en líder accidental del grupo, por la supervivencia de los que quedan y los que están por llegar.
AVI descubrió la maldad que puede albergar el corazón. Descubrió su capacidad de cegar la vida de un semejante con la misma astucia cual si fuera una presa de caza,
Pero en su intimidad la gran e inesperada lección,  fue dual. Por un lado, descubrió el manejo del poder por el poder mismo y por otro, experimentó una nueva y perturbante sensación, que cambió la frontera de sus emociones en su cuerpo, descubrió, más allá del acto de la cópula.

Tal lección,  marcó a AVI en su corta vida. Ese día, la incomprensión, la violencia y el temor, prendados de  hegemonía, se hacen cargo de AVI y su comunidad. Todavía el dolor no asiste a sus físicas dolencias, pero sí a sus desamparadas emociones que fluyen  como un torbellino de laceraciones dentro de sí.

Algo ha ocurrido, es el cuándo de la ruptura del siempre fragil inconsciente colectivo, alcanzado bajo la disciplina de la progresiva armonía de la creación,  Aquel aceptar incondicionalmente la diversidad entre los individuos como norma sin perder el orden del progreso. Tanto así, que AVI aceptada en su individualidad consustancialmente  con sus reconocidas y excepcionales virtudes, sin que ellas menoscaben las propias de los demás. Por el contrario, cada quien detenta una posición dentro del grupo,como los individuos que son dentro de una familia, cada quien tiene un rol temporal que asumir a su mejor entender y eso hace que la familia sea funcional y progreso en el beneficio de la pertenencia y no del rol.
Sin embargo, el hecho violento ocurrido ha fracturado no sólo el asentamiento comunal como tal, el cual siempre se puede reparar. La fractura más importante ocurrida es la ruptura del equilibrio social. La organización por pertenencia a sido sutilmente sustituida por la de jerarquía en un avatar de circunstancias aparentemente temporales.
AVI, asume un nuevo rol por su iniciativa  al organizar el cómo deshacerse de los invasores, Liderazgo que le otorga el grupo al reconocer el éxito de la acción, Tal decisión, atada al azar de su nuevo rol dentro del colectivo familia, será en adelante la determinante de actos que desataran la incomprensión y el ímpetu de volver a las pasiones de la naturaleza.
Adelantará en su nuevo rol, en la medida que comprenda los beneficios propios dentro del contexto familiar de las decisiones. En adelante reconocerá como madre de su fortaleza y fragilidad humana a la virtud y al vicio. Surgirá el exceso y la carencia, y en  éstos encontrara como nuevas respuestas, al placer y al miedo. En el manejo de estos nuevos elementos aprenderá en el dar, el beneficio íntimo de una nueva satisfacción, sea por un nuevo sentido de la aprobación de su acto, sea por reconocer la simple satisfacción del beneficiario de su acto.

Ya no hablamos de una reforma al canon local acostumbrado a lo que vivía AVI y su comunidad. Es el momento de un trauma de  sumisión de la consciencia. El abandono de valores concretos que otorgaban privilegios de identidad, nacidos en una legitimidad si se quiere escatológica, donde lo que verdaderamente importa es la fe en la amistad entre los hombres, que revela a cada uno la responsabilidad de su propia libertad y que rigen a la  familia por el vínculo de pertenencia.
La jerarquía es tan sólo una función operativa de carácter temporal. El padre puede ser el jefe de familia, pero en un momento dado deja la dirección y otro miembro lo suplirá, pero la familia será la misma en su esencia. El padre será siempre el padre, la madre será siempre la madre y así los demás miembros, independientemente de la función jerárquica que ejerzan en un momento dado.
La jerarquía como sistema de organización irremediablemente evoluciona por necesidad hacia  la economía de las desigualdades para su supervivencia. Sólo habrán gobernantes y gobernados, no hay lugar para la individualidad, El gobernante será, director y jerarca, el resto sólo habrán de ser gobernados, súbditos o esclavos y en el mejor de los casos ciudadanos, quienes habiendo delegado su libertad a una entelequia llamada justicia de lo justo  ─la pandora del ámbito social─ en busca de un supuesto punto de equilibrio entre turnos de gobernante y gobernados.
El ´poder, patriarcal o matriarcal, sólo se puede ejercer en una sociedad de desigualdades institucionalizadas, que garantizan el sistema inquisidor de lo justo por sobre lo bueno y lo malo: la monarquía, absolutista o comunista; la democracia representativa o participativa.  
Sólo evadiendo lo bueno y lo malo, es garantía de la permanencia de las históricas desigualdades y por ende del poder de uno o unos sobre los otros.

El placer que yacía  incógnito dentro de sí,  ahora arrebata la voluntad. Ambos, el poder y el placer, habrán de hacer d del ser humano, un complejo ente de innumerables y cambiantes aristas que se arrebataran el protagonismo constantemente, modificándose en cada vez, haciendo más ardua la generalización de su naturaleza, encontrando paralelismo sólo en el misterioso caos  del universo mismo,

Así como AVI, hoy también observamos el firmamento y sólo alcanzamos a maravillarnos cada vez más de su  constante y sobrecogedora esencia y transformación. Ella nos educó,   tanto a  como observar la creación en acción,  como a aprender e imitarla  y descubrir siempre, en cada nueva lección, la infinita acción de un nuevo comienzo en el maravilloso misterio que es la siempre nueva y primitiva dimensión humana. Prueba única del rol del ser humano sobre este universo.  .

Así, bajo el ejercicio del albedrío, dará un nuevo y singular impulso a sus actos, ya no dependerá sino de su primitivo sentido de ser creado para continuar creando.  Crecerá en complejidad hasta definir estar presente en la vanguardia de los cambios, por sobre sus determinantes naturales y organizarse en ese orden supra, el cual ha sido temporalmente alterado en su esencia.

─La sabiduría del servicio, como la fuente de  cada acto liberador, quía el irrumpir del don de libertad en la naturaleza del hombre.

─La libertad de aceptar incondicionalmente la individualidad del semejante y aceptar la propia, nace,  como un acto de amor, el aprendizaje de aceptar la fe como la sabiduría del bien, para continuidad de la creación de la mano del del ser humano.

Solo en libertad podemos  crear y el amor es el único vínculo que lleva a cabo esa tarea inscrita en su gentilicio─.